Estos instrumentos de promoción científica permiten la generación de nuevos conocimientos científicos y tecnológicos, también realizan significativos aportes al desarrollo y transferencia de esos conocimientos e intentan resolver demandas
que la sociedad percibe como determinantes. Estos programas y proyectos de investigación se encuentran enmarcados en líneas prioritarias, las cuales son fijadas por el organismo que llama a la convocatoria. Para el 2018, el sistema,
en su totalidad, se acercaba a los 25.000 programas y proyectos de investigación, diversificados entre las 61 universidades nacionales y provinciales, los 31 organismos nacionales y provinciales, los 48 establecimientos privados
y las 39 instituciones sin fines de lucro. De todos ellos, en nuestra casa de altos estudios, se llevaban a cabo 543 proyectos de investigación con diferentes entes subsidiantes, un 0,5 por ciento aproximado del total.
¿Cómo se utilizaron estos intrumentos frente la pandemia? La Unidad Coronavirus COVID-19
En este contexto, la primera acción conjuntiva del sistema de ciencia y tecnología, en términos de instrumentos de promoción
para hacer frente al COVID-19, no tardó en llegar. El 18 de marzo, se anunció la creación de la Unidad Coronavirus COVID-19 integrada por el ministerio, el CONICET y la Agencia I+D+i, quienes coordinarán las capacidades de las
universidades nacionales, los centros e institutos de investigación y las empresas de base tecnológicas locales frente a la pandemia. Se había dispuesto entonces, concentrar la mayor parte del personal especializado y aquellos
interesados en realizar aportes para implementar proyectos de investigación y desarrollo tecnológico con capacidad de dar rápida respuesta. Desde esta unidad, se lanzaron todos los intrumentos de promoción para combatir la enfermedad.